El personal fue muy atento, explicando cada plato y asegurándose de que tuviéramos una experiencia excelente. El ambiente es acogedor, con una decoración que te transporta a Corea. Los precios son razonables para la calidad y cantidad de la comida. Recomiendo especialmente el kimchi casero; ¡es el mejor que he probado! Sin duda, volveré pronto.”

Fuimos de pura casualidad, ya que nos recomendaron una barbacoa coreana y esta quedaba cerca de nuestro alojamiento. Lo primero que llama la atención es la decoración y ambientación del local, así como la amabilidad del personal, quien te explica todo al detalle y te atiende perfectamente. Los aperitivos, los cuales puedes repetir, están espectaculares, destacando ese kimchi que, si bien no es tan picante como al que estoy acostumbrado, es un bocado que no puedes parar de probar. Por no explayarme más, diré que todos los platos eran increíbles, destacando la carne de angus que puedes condimentar al gusto y cocinarla al punto que desees. Sin duda, este sitio se ha convertido en un imprescindible en los viajes a Madrid siempre que se tenga la oportunidad.