Ctra. de l’Aldosa de la Massana, 4 | AD400 L’ Aldosa | Andorra
Reserva tu mesa
Sobre nosotros
Un rincón entre montañas que se siente hogar. Un lugar para compartir y disfrutar de una pausa. Calma es más que un nombre. Es lo que pasa cuando llegas.
RESERVA YA
Sandra Ramis Munar
Fuimos a comer y nos encantó! Repetiremos seguro. La comida estaba muy buena. tanto los entrantes: empanadillas y provolone; como los principales: entraña, vacío y milanesa. Todo estaba delicioso. Los postres caseros y buenísimos.
Lo mejor de todo sin duda es el servicio y la cercanía. Nos hicieron pasar un rato muy agradable.
Bernat Carbonell Muňoz
Una comida riquísima, una terraza con un sol y ambiente encantador! El interior es precioso, todo de madera… los camareros/as y todo el personal es muy agradable.
Hemos comido entraña, los papardelle, croquetas, cheescake… y todo exquisito!
Si buscas mejor plan aún hay una hípica al lado para hacer un paseo por el bosque!
Sin duda vale la pena parar!
La vida con calma, sabe mejor! Párate y saboreala!❤️✨
Verónica Sánchez
Una auténtica joya. La Calma hace honor a su nombre con una decoración cálida y acogedora, donde cada rincón está cuidado con un gusto exquisito. El ambiente es familiar y relajado, ideal para disfrutar sin prisas.
La atención y el servicio son impecables: cercanos, amables y atentos en todo momento.
En cuanto a la comida… ¡simplemente deliciosa! Nos encantó todo, pero merece una mención especial el secreto ibérico, las bravas La Calma y las patatas de boniato, irresistibles 😋.
Y de postre, no os podéis perder la torrija ni el tiramisú —un final dulce perfecto 🥰.
Se nota que han puesto alma y mimo en cada detalle para crear un lugar al que apetece volver. ¡Os deseo mucho éxito, os lo merecéis!
Atya-2212
Hemos comido de maravilla, la atención al cliente es muy amable y atenta. Nos gustó también por el simple hecho de que pudimos entrar con el perro a comer y le dieron un cuando de agua para él
La comida se nota que lo hacen allí casera, los sabores y olores eran exquisitos.
El ambiente era muy acogedor, como en casa, estaba muy limpio.
