En el corazón de Sevilla, bajo las piedras que guardan el eco de unas antiguas mikvas judías, nace Casa Mikva. Un lugar donde el tiempo se detiene y las tres culturas que dieron forma a la ciudad —la sefardí, la andalusí y la árabe— vuelven a encontrarse, esta vez, en torno a la mesa.

 

Cada receta es un diálogo entre herencia y presente. Sabores que cruzaron mares, especias que viajaron en silencio y gestos que se transmitieron de generación en generación inspiran nuestra cocina.

Aquí, la memoria se transforma en experiencia: platos que respetan la tradición pero se atreven a reinventarla, elaborados con producto local, materias primas excepcionales y el mimo de quienes entienden la gastronomía como un acto de cultura. 

Casa Mikva no es solo un restaurante. Es un homenaje a la historia viva de Sevilla, a su mezcla, a su espíritu abierto. Un espacio para compartir, saborear y recordar que la diversidad, cuando se sienta a la mesa, se convierte en belleza.